SENTIR QUE SE SIENTE

« Con mis sentidos voy, como si fueran pájaros, desde la encina hasta el ventoso cielo. » (Reiner Maria Rilke , Avance ) Detalle de Jan Brueghel el Viejo y Pieter Paul Rubens, Alegoría del Oído, 1617, Museo del Prado Que las aves evoquen el aire parece una evidencia que no necesita mayor explicación; que apelen a nuestra vista o a nuestro oído es el resultado del trabajo que se tomó la evolución para producir colores tan extraordinarios como los del pavo real o las aves del paraíso y músicas tan brillantes como las del ruiseñor o el mirlo. Con todo lo que los pájaros han sugerido, no podían dejar de ser la conciencia de nuestra propia sensibilidad, hacernos sentir que sentimos. La autoconciencia de nuestros sentidos, con ser muy remota, adquirió categoría artística en los siglos XVI y XVII, cuando la pintura comienza a referirse a lo sensorial: la visión como tema en sí mismo, la reina de los sentidos a la par que el oído. El género adquiere su estatus en los Países Bajo...