TACTO Y DELICADEZA

“ Primeros días de primavera vadeando el arroyo, una garza solitaria ” (Hekigoto Kawahigashi, 1873-1937) Ohara Koson, Garza blanca bajo la lluvia, 1928, Museo de Bellas Artes de Boston La garza, hierática y contemplativa, parece pasar mucho tiempo en la orilla sin esperar por nada. De inclinaciones solitarias, menos gregaria que la grulla, menos doméstica que la cigüeña, su tiempo parece correr de otra forma, hasta el punto que en Japón era el complemento perfecto —que no la antítesis— del cuervo: todo lo que hay de bullicioso, bribón y gárrulo en el pájaro negro, se convierte en ella en silencio y meditación. Lo lunar y lo solar. Desde otra perspectiva, Etienne Mulsant ( Lettres à Julie sur ornithologie , 1868) le atribuye un aire triste y melancólico. Volviendo a Japón, la garza, Sagi , es ave de buen augurio, delicada y recelosa. Un cuento típico de transformación, Sagi Musume (“La joven garza”), adaptado al teatro kabuki desde el siglo XVIII, habla de una gar...